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En la sociedad actual, las enfermedades vinculadas al estilo de vida representan un papel cada vez más importante en las causas de una mala salud. El acceso y la estancia en entornos que contienen elementos naturales como bosques, parques y jardines han atraído la atención por su capacidad para promover la salud y el bienestar humanos. Se ha desarrollado un campo de investigación en sí mismo para explicar y atestiguar el vínculo que existe entre el acceso y las actividades en la naturaleza y la salud humana. La acción E39 del COST «Bosques, árboles y salud y bienestar humanos», iniciada en 2004 y finalizada en 2009, tenía por objeto reunir a los investigadores europeos que trabajan en diferentes aspectos de la relación entre naturaleza y salud. Sus principales resultados se presentaron en el libro Bosques, árboles y salud humana que se publicó en 2011. El presente artículo se centra en tres cuestiones centrales de investigación relativas a la relación entre la naturaleza y la salud: los efectos restauradores, reparadores y salutíferos en la salud humana, los efectos en la salud de las actividades físicas al aire libre y las intervenciones terapéuticas como los jardines terapéuticos y los baños de bosque. Una revisión sistemática de las investigaciones realizadas como resultado de la acción COST permite obtener las siguientes conclusiones: 1) Un número notable de publicaciones de investigación muestra una correlación estadística entre el acceso a la naturaleza y a los espacios verdes y la actividad física y la salud humanas. Sin embargo, pocos estudios han establecido una relación causal que sugiera que el acceso a los espacios verdes conduce a una mayor actividad física y a una mejor salud. 2) Las investigaciones existentes sobre las actividades al aire libre en entornos naturales informan de una serie de asociaciones positivas y efectos sobre la salud, algunos de los cuales están firmemente respaldados por pruebas, aunque existen reservas sobre la aplicabilidad inmediata de las conclusiones que pueden extraerse. 3) Muchos estudios muestran que las terapias basadas en la naturaleza funcionan y tienen efectos claramente positivos, pero la calidad de estos estudios ha sido sometida a duras críticas. Por último, los autores recomiendan que se haga más hincapié en la investigación de los beneficios económicos que tienen los efectos de la naturaleza en la salud y que se amplíe la base teórica de los estudios. Además, debería considerarse una mejor integración de estos conocimientos en las políticas de salud y su aplicación práctica en la planificación urbana y la ordenación forestal.