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La historia demuestra que el psicoanálisis y las neurociencias siempre se han temido y enfrentado. Sin embargo, Freud es una figura del encuentro de estas dos disciplinas que tienen todas las razones para llevarse bien, ya que la comprensión de la psiquis humana es su objetivo común. Los sueños, al igual que el inconsciente y la memoria, son temas que se beneficiarían especialmente de las aportaciones complementarias de ambas disciplinas. En el estado actual de los conocimientos, la definición del sueño sigue evolucionando con los resultados de la investigación, que se esfuerza por avanzar ya que el sueño escapa, casi intrínsecamente, a la observación. Varias iniciativas han demostrado los beneficios de la colaboración entre las neurociencias y el psicoanálisis y deberían desarrollarse. Observemos, por ejemplo, que la hipótesis de un papel de los sueños en la regulación emocional se ve alentada por varios resultados de las neurociencias cognitivas, al tiempo que es compatible con la visión psicoanalítica de los sueños. Este es el lugar soñado para un acercamiento.