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Entre las diosas del mundo mesopotámico, destacan dos figuras femeninas: las hermanas Ištar y Ereškigal. Ištar es importante en las relaciones amorosas, y sobre todo en la guerra. Juega con la guerra como lo haría «con una cuerda de saltar». Ereškigal reina sobre el mundo de los muertos: es la que «no ha conocido el juego de las jóvenes». Esta contribución se basa en documentos escritos (himnos, narraciones mitológicas) en cuneiforme (sumerio, acadio y textos bilingües) de los milenios II y I a.C. Se enfoca en las relaciones conflictivas entre estas grandes diosas como punto de partida para comprender sus respectivas relaciones con el juego: ¿dónde y cuándo juegan? ¿A qué juegan y con quién juegan? ¿Qué podemos aprender de esto para las niñas y mujeres humanas? Se abordan diversas cuestiones a la luz de los estudios de género: las relaciones intergeneracionales e interfamiliares, la definición de los espacios privados y públicos, la seducción y el erotismo.