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Basado en el estudio de dos organizaciones de pastoral familiar que involucran a parejas laicas (el Centro Nacional de Pastoral Familiar y la revista Feuilles Familiales) y una Organización de Acción Católica para Mujeres especializada (las Ligues Ouvrières Féminines Chrétiennes), este artículo examina el desarrollo y la difusión en Bélgica francófona en la década de 1960 de una moral marital católica basada en la intención de los cónyuges y abierta a la anticoncepción. Muestra cómo esta propuesta pastoral, operando una secularización de lo íntimo, propició actitudes de elusión de la encíclica Humanæ Vitæ (1968), pero también cómo permitió limitar ciertas salidas de los religiosos al reclamar una catolicidad alejada de las prescripciones moral clerical en materia de sexualidad. Desde principios de la década de 1970, esta contra norma católica se convirtió en la base de una ética familiarista de la anticoncepción difundida por las organizaciones católicas a nivel nacional gracias al apoyo del Estado, en un contexto de movilización contra el aborto.